Luce unos pies perfectos



El verano se terminó hace semana y es más que probable que ya no utilicemos sandalias ni chanclas ni vayamos muy a menudo descalzas, pero no por ello tenemos que olvidarnos de nuestros pies.

Por normal general cuidamos nuestro cuerpo, nuestro pelo, nuestras manos... pero nos solemos olvidar de los pies, y luego llega el verano y pretendemos tener unos pies perfectos y no nos da tiempo a arreglar todo lo que no hemos hecho durante el resto del año.

Además de hidratas nuestros pies con cremas específicas para ello por las mañanas, las noches y después de las duchas, al menos una vez por semana debemos meter los pies en agua caliente con sal, esto hará que se relajen y estén más descansados.

Por otro lado, también es indispensable una vez por semana, después de una ducha, frotar nuestros pies con una piedra pómez, sobre todo en las zonas donde se forman los callos y las durezas; y además debemos exfoliar nuestros pies al igual que lo hacemos con el resto del cuerpo.

Para terminar, deciros que andar descalza es muy beneficioso para los pies ya que la piel oxigena mucho más y estará más suave y tersa junto con el resto de cuidados.

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