La manicura francesa


La higiene y el cuidado personal son dos condiciones que pueden definir perfectamente a una persona y la mejor forma de demostrar que gozamos de ellas, es a través de nuestras manos. Por ello es muy habitual que se use la manicura francesa como método de cuidado personal favorito, ya que esta manicura se presenta como una forma muy higiénica de mantener la salud y el cuidado de nuestras uñas. Y es que son estas las que más suciedad pueden almacenar y por tanto tenerlas limpias y con buen aspecto, es algo fundamental.

Para hacer una manicura francesa perfecta debemos comenzar por la limpieza y para ello sumergimos los dedos en un bol con agua caliente y un poco de jabón neutro. Pasados unos minutos secamos las uñas y limpiamos cualquier resto de suciedad que haya quedado. Pasamos a cortar las uñas y limarlas dándoles una forma cuadrada, en vez de redondeada, pero limando suavemente los bordes. Una vez terminado, podemos comenzar a pintar.

Con un esmalte de uñas blanco, pintaremos la punta de las uñas que sobresale por encima de la carne, siguiendo la línea natural que une la uña con la misma y tal como se ve en la imagen. Una vez que se ha secado, necesitaremos un esmalte de brillo transparente y pintaremos completamente la uña al menos dos veces, para garantizar que estas van a brillar. Dejamos secar bien y ya podemos lucir nuestra manicura francesa perfecta.

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